El expresidente José Mujica hizo un llamado a ser más flexibles entre los países de América Latina, en apoyo a la política de apertura del Mercosur propuesta por el gobierno. Advirtió que mantenerse prisioneros del consenso puede llevar a la parálisis.

Entre las posibles medidas, sugirió mejorar el perfil comercial mediante iniciativas de integración que incluyan la eliminación de barreras en las fronteras y el intercambio sin necesidad de dólares dentro de la región.

Durante el Foro de Integración Solidaridad Regional organizado por la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi), el expresidente José Mujica enfatizó la importancia de evitar la ideologización del sentido común y centrarse en cuestiones concretas que la gente pueda percibir. Expresó que discutir sobre izquierda, derecha, centro o preferencias personales distrae del enfoque necesario en soluciones palpables.

Mujica también reiteró su propuesta de establecer un cuerpo de bomberos regional preparado para responder rápidamente a desastres naturales, subrayando la urgencia de esta medida en el contexto del cambio climático. Destacó que muchas de estas iniciativas no requieren necesariamente grandes inversiones, sino voluntad política para implementarlas efectivamente.

En resumen, el exmandatario enfatizó que las discusiones deben llevar a acciones concretas que contribuyan a construir un edificio de soluciones para los desafíos regionales, sin perderse en debates estériles o divisiones ideológicas.

Sanguinetti admitió el «debilitamiento de los partidos políticos»

El expresidente Julio María Sanguinetti reflexionó sobre el actual debilitamiento de los partidos políticos y las tensiones democráticas, especialmente destacando el impacto de la pandemia como revelador de las limitaciones políticas. Sanguinetti señaló que la crisis sanitaria mostró las debilidades de la política, describiendo la respuesta global como fragmentada y con falta de compromiso unificado.

En relación con Europa, mencionó que la democracia allí enfrenta extremos y desafíos similares, y que estos fenómenos también se observan en América Latina. Según Sanguinetti, el mundo y nuestras ciudades han cambiado profundamente, pero persisten barreras y desafíos que deben abordarse. Concluyó señalando que, aunque no se pueden resolver todos los problemas globales desde Uruguay, la región puede contribuir significativamente a mejorar su entorno.