En el corazón de la provincia de San Juan yace un lugar que una vez fue un sueño de prosperidad, pero que hoy se encuentra abandonado y envuelto en ruinas; Tucunuco, conocido como el «pueblo fantasma», es un testimonio conmovedor de una comunidad que anhelaba un futuro mejor, pero que se vio truncado por circunstancias inesperadas.

Hace casi cinco décadas, Tucunuco albergaba la esperanza de dieciséis familias que buscaban un refugio para establecerse y construir un nuevo hogar. Sin embargo, este sueño se desvaneció rápidamente, dejando tras de sí un paisaje desolado de casas abandonadas y calles vacías.

Las ruinas de Tucunuco son un recordatorio melancólico de lo que una vez fue una comunidad vibrante. Las casas, ahora desprovistas de techos y pisos, se erigen como testigos silenciosos de un pasado olvidado. La iglesia del pueblo, con sus paredes de piedra aún en pie, evoca una sensación de nostalgia por lo que alguna vez fue.

La historia de Tucunuco es un relato de sueños truncados y promesas incumplidas. En 1975, el entonces gobernador de San Juan, Eloy Camus, lanzó un llamado a familias para establecer una comunidad agrícola en la zona. Dieciséis familias respondieron al llamado, pero su sueño se vio frustrado por cambios políticos y condiciones adversas.

El proyecto de colonización se vio obstaculizado por la llegada de un nuevo régimen militar en 1976, que desmanteló la cooperativa y sembró el miedo entre los habitantes. La falta de recursos y la presión militar obligaron a la mayoría de las familias a abandonar el pueblo, dejando atrás un paisaje desolado y lleno de ruinas.

Hoy en día, Tucunuco sigue siendo un lugar de interés para aquellos que buscan explorar la historia y la belleza oculta de la provincia de San Juan. A pesar de su estado actual, el pueblo fantasma sigue siendo un recordatorio de la fragilidad de los sueños y la resistencia del tiempo.

Cómo llegar a Tucunuco, San Juan

Si deseas visitar Tucunuco, se encuentra ubicado en el departamento de Jáchal, a unos 50 kilómetros de la localidad de San José de Jáchal, sobre la Ruta Nacional 40. Sumérgete en la historia de este pueblo olvidado y descubre la belleza en medio de la desolación.