El paso de Santiago Peña en poco más de 10 meses de gobierno transcurrió prácticamente sin oposición ni disidencia, gracias a una cómoda mayoría de colorados y aliados. Su administración se enfocó principalmente en atraer inversiones extranjeras para fomentar el desarrollo y la creación de empleo, dado que los ingresos estatales por impuestos bajos resultaban insuficientes. Peña ha realizado cerca de 20 viajes al extranjero en esta labor.

Hoy, el presidente presenta a las 20:00 su primer informe de gestión ante el Congreso, prometiendo hacerlo «de cara al gran pueblo paraguayo». Se anticipa que el discurso contendrá un fuerte componente económico, además de abordar reformas administrativas en las instituciones, como la ley de reorganización del Estado, del servicio civil, la creación del Ministerio de Economía, la Ley de Pensiones, entre otros proyectos.

El presidente expresó en redes sociales: «Cada palabra lleva el peso de nuestros sueños y esperanzas. Hemos enfrentado desafíos en nuestro camino y continuamos avanzando con determinación hacia un futuro más justo y próspero. Agradezco su confianza y apoyo. ¡Seguimos trabajando para construir el Paraguay que todos anhelamos!»

Aunque al inicio del mandato, tras la campaña conservadora radical del ala más dura del cartismo, se espera que el Gobierno pueda abordar mejor las demandas en salud y educación, así como contener la ola de inseguridad y enfrentar el avance del crimen organizado. Entre las acciones prioritarias, el Ejecutivo está enfocado en programas de subsidios, vivienda, empleo y la lucha contra la pobreza.

Además, expresó su apoyo a la intervención del Estado en temas como los precios de los combustibles, las empresas públicas y los costos de los medicamentos.

Riñón político

Peña supo adaptarse políticamente a dos fuerzas muy influyentes en su gobierno. Internamente, ha mostrado alineamiento con su partido, la Asociación Nacional Republicana, y su líder, Horacio Cartes, rindiendo cuentas dos veces inicialmente ante ellos. Reconoce que sin el apoyo de sus bases no puede gobernar, lo que lo ha llevado a hacer concesiones significativas, como el manejo de los recursos del programa Hambre Cero y enfrentar protestas estudiantiles por la eliminación del Fonacide y el arancel cero en universidades.

Externamente, otra fuerza influyente es Estados Unidos, que ha marcado la agenda de seguridad en la lucha contra la corrupción y ha influido en su política exterior, especialmente en relación con Taiwán como una medida para contrarrestar la influencia china. Además, el Gobierno de Joe Biden mantiene una rivalidad considerable con Cartes, lo que ha representado un desafío adicional para Peña desde el inicio de su mandato.

Ausencia

Durante el gobierno de Peña, la influencia política de Honor Colorado fue considerable, no solo en la ocupación de cargos clave en el sistema judicial, como el caso de Alicia Pucheta en el Jurado y Consejo de la Magistratura, para proteger a Cartes y otros miembros del movimiento, como Erico Galeano. También se destacó por la falta de espacio para la disidencia dentro del partido y la oposición. La expulsión de Kattya González fue un ejemplo claro de esto, lo que generó preocupaciones a nivel internacional.

Como resultado, el senador Ignacio Iramain, suplente de la ex legisladora González, no asistirá al informe de gestión como una señal de protesta contra estas prácticas y la falta de pluralismo dentro del partido.

Corrupción

Peña protegió a su sector político mediante varias acciones, como el rechazo a la ley del Tribunal de Cuentas y la modificación de la ley de conflicto de intereses, además de intentar incrementos salariales.