El paro de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, ha alcanzado los 15 días, causando pérdidas millonarias a los empresarios locales, mientras que los transportistas y bomberos se han visto obligados a reducir sus actividades debido a la escasez de combustible.

Mientras tanto, en la Ciudad de México, representantes de la CNTE han reanudado las negociaciones con la Secretaría de Educación Pública para formalizar los aumentos salariales prometidos y avanzar en otras demandas, como la derogación de la reforma educativa de Enrique Peña Nieto y la participación del sindicato en el proceso de ascensos magisteriales.

Canirac

El presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) Chiapas, Guillermo Acero Bustamante, ha declarado que la movilización de la CNTE está asfixiando a la ciudad y les está causando pérdidas de 30 millones de pesos.

El empresario señaló que el impacto de la CNTE no se limita a Tuxtla Gutiérrez, sino que afecta a varios municipios. Además, aclaró que las pérdidas comenzaron con la escasez de combustible, ya que se cancelaron reuniones de trabajo en la industria restaurantera fuera de la capital de Chiapas debido a los bloqueos en las entradas y salidas de la ciudad.

Acero Bustamante mencionó que en Chiapas, el 97 por ciento de los negocios son microempresas, lo que significa que el impacto económico de las bajas ventas es significativo. Explicó que muchas de estas empresas operan con una plantilla reducida de una a cuatro personas, y cuando el personal clave como el cocinero o el chef no puede llegar al trabajo, los negocios se ven obligados a cerrar y aún así deben seguir pagando salarios.

Coparmex

Por otro lado, la presidenta de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) Chiapas, Teresa Lorena Domínguez Alatorre, solicitó al Gobierno estatal el desalojo de los maestros de la CNTE que están instalados en el zócalo de Tuxtla Gutiérrez. Afirmó que preferirían que los manifestantes se concentren frente al Palacio de Gobierno para evitar afectar a las empresas.

El secretario general de la Alianza de Transportes del Sur de México, Bersaín Miranda Borras, informó sobre la escasez de combustible que afecta a Tuxtla Gutiérrez, con el cierre del 70 por ciento de las gasolineras debido a la toma de las instalaciones de Petróleos Mexicanos (Pemex) en el poniente de la ciudad. Miranda Borras explicó que, aunque se les había prometido suministrar combustible desde estados cercanos a Chiapas, la CNTE bloqueó las entradas a Tuxtla Gutiérrez, impidiendo la llegada de las pipas.

Más repercusiones

En relación con esto, el secretario general de la Alianza del Autotransporte en el Estado de Chiapas, Mario Alberto Bustamante Mendoza, afirmó que alrededor del 30 por ciento de las aproximadamente seis mil unidades del transporte público en la modalidad de colectivos en Tuxtla Gutiérrez han dejado de operar debido a la escasez de combustible. Además, se ha reducido el horario de trabajo, lo que afecta la movilidad de los usuarios. No hay certeza sobre cuándo podrán reanudar sus actividades.

Por otro lado, los bomberos municipales han informado que solo atenderán emergencias graves debido a la limitación de combustible. Han tenido que hacer filas en las gasolineras y en ocasiones abandonarlas para responder a llamados de urgencia, lo que dificulta su labor.

La Cruz Roja también se ha visto afectada por la falta de combustible. Ignacio de Jesús Albires Cervantes, coordinador estatal de Socorros, mencionó que las ambulancias han reducido su número de servicios diarios, priorizando aquellos de mayor urgencia, mientras se normaliza el suministro.

Situación en la Ciudad de México

Los líderes de la CNTE reanudaron las negociaciones con la Secretaría de Educación Pública federal. Los maestros continúan exigiendo aumentos salariales y la derogación de la reforma educativa. Advirtieron sobre la posibilidad de un paro nacional si sus demandas no se atienden antes del 4 de junio, fecha en la que se reunirán con el presidente de la República.

Los maestros expresaron su descontento debido a que aún no han recibido el aumento salarial del 10 por ciento prometido por el presidente López Obrador. A pesar de que la Secretaría de Educación Pública se comprometió a otorgarles un incremento del 13 por ciento, este aumento aún no se oficializó. Los maestros consideran que estas promesas incumplidas son motivo de preocupación y están dispuestos a tomar medidas más drásticas, como un paro nacional, si sus demandas no se satisfacen.