La calle 17 de Junio en la colonia Ciudad Lago está cubierta de hollín. Los residentes, afectados por el incendio del pasado lunes, comenzaron ayer las labores de limpieza en sus hogares devastados.

Según trabajadores municipales de Nezahualcóyotl, no hay fuentes activas de incendio en la zona, pero persiste el olor a combustible. Los vecinos afectados indicaron que personal de Petróleos Mexicanos (Pemex) solo visitó una vez el área, durante las primeras horas del 2 de junio, sin proporcionar información sobre sus acciones.

Según un censo realizado por el municipio, se contabilizaron 17 viviendas irregulares con pérdida total.

Los afectados que perdieron sus viviendas descartaron las versiones de las autoridades de la Ciudad de México sobre el origen del incendio, que mencionaban huachicoleo o la volcadura de una pipa. En su lugar, creen que las malas condiciones de los ductos y el llenado irregular de pipas fueron los causantes del derrame de combustible.

La palabra de Iván Cruz

Iván Cruz, quien vivía ahí con su familia, señaló: ‘Todas las madrugadas, junto al aeropuerto, había entre 10 y 15 camiones esperando. No era para cargar material, sino aparentemente para cargar combustible. Desde que comenzó este problema, siempre había camiones dentro del aeropuerto, pero en fila, y eran grandes tráileres que cargaban algo distinto a tierra’.

Iván explicó que el incendio fue provocado por el choque de un vehículo particular que perdió el control debido al piso resbaladizo, causado por el combustible que salía de las coladeras. Opinó que era solo cuestión de tiempo antes de que ocurriera un incidente de este tipo.

Los residentes afectados por el incendio, al igual que los de Cuchilla del Tesoro, han afirmado que llevan meses reportando el olor a gasolina y que siempre están atentos a su intensidad.

En la Vía Tapo, junto a las casas afectadas por el incendio, el personal de servicios públicos de Nezahualcóyotl ha esparcido tierra para absorber los restos de combustible. Sin embargo, los residentes de la calle argumentan que con las recientes lluvias la tierra no es efectiva y temen que pronto vuelva a preverse la capa grasosa dejada por el material inflamable.