El Senado se encuentra en un intenso debate sobre el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones, conocido coloquialmente como «Sr. RIGI». Esta propuesta, parte del proyecto de Ley Bases presentado por Javier Milei y ya con aprobación parcial en Diputados, establece una serie de incentivos fiscales, aduaneros y cambiarios con el fin de atraer inversiones superiores a los 200 millones de dólares y crear un entorno de seguridad jurídica para inversores extranjeros y nacionales. Sin embargo, enfrenta críticas significativas durante su discusión en comisiones senatoriales.

Beneficios del RIGI:

• Incentivos fiscales, incluyendo una alícuota reducida del Impuesto a las Ganancias para los Vehículos Titulares de un Único Proyecto (VPU), amortización acelerada de activos, y transferencia de quebrantos impositivos no absorbidos.
• Incentivos aduaneros, como la exención de derechos de importación y exportación para ciertos bienes.
• Beneficios cambiarios, permitiendo la libre disponibilidad de divisas para exportaciones y financiamiento, con una gradualidad en su liberación.
• Estabilidad normativa por 30 años, con garantías contra normativas más gravosas.

Requisitos para adherirse al RIGI incluyen ser Vehículos Titulares de un Único Proyecto, realizar una inversión mínima de 200 millones de dólares, operar en sectores específicos como agroindustria e infraestructura, y presentar un detallado plan de inversión.

El RIGI ha generado críticas en diversos frentes. Algunos argumentan que los beneficios podrían fomentar una competencia desleal con la industria local y excluyen a las Pymes, que son fundamentales para el empleo en Argentina. También se cuestiona la posible invalidación de normativas preexistentes y la falta de medidas para impulsar el desarrollo de proveedores locales.

En cuanto al proceso legislativo, tras la aprobación en Diputados, la atención ahora se centra en el Senado, donde el debate se ha tornado tenso. Mientras el oficialismo busca obtener el dictamen necesario para avanzar en la ley, diversos sectores expresan preocupaciones y demandan modificaciones, como el senador Pablo Blanco, quien apoya la Ley de Bases en general pero se opone a ciertos aspectos del RIGI y la privatización de Aerolíneas Argentinas.

El futuro del RIGI depende de cómo se aborden estas críticas y negociaciones en el Senado con la Ley Bases, así como de la posible revisión y retorno del proyecto a Diputados en caso de cambios significativos.